sábado, 17 de noviembre de 2012

No dejarse marginar.

Entre otros beneficios y ventajas, la actividad como jubilado posee la de ser la más certera defensa contra el rechazo que los amenaza: insensible o brutalmente se tiende a empujarnos fuera de la línea de juego. "¡Es demasiado viejo!" Demasiado viejo ¿para qué? Esta es la cuestión. Es normal que los alejen de los sectores en los que ellos pretendan ocupar o mantener un puesto que ya no es para ellos. Pero los jóvenes ignoran, y en ello se amparan, todo lo que todavía son capaces de aportar. De los adultos mayores depende el que lo descubran, sabiendo ocupar el lugar que les corresponde.

En cualquier caso, ellos haciéndose portavoz de todos los jubilados, debo decir que de ninguna manera deben tolerar una cierta actitud de desprecio. 

La verdad de todos , es que a muchos adultos mayores los rechazan, pero también así otras personas los acogen y no sólo personas de la edad de ellos. Entonces pienso que se debe recurrir a ellos, a las personas que los reciben: ya que ellos si tienen sensibilidad y corazón, y los adultos mayores también.

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