sábado, 17 de noviembre de 2012

Bello poema de Bernard Descoulers y Christiane Gaud.

Ella se afana pacientemente en colocarle bien la almohada.
El se incorpora un poco para que no le cueste tanto hacerlo.
Ella le prepara una bolsa de agua caliente a la temperatura adecuada para que no le queme.
El le da las gracias con una sonrisa.
Ella acude en cuanto oye un lamento.
El la tanquiliza al instante.
Ella lee el periódico.
El le acaricia el brazo.
Ella le aplica hielo
para refrescarle la frente.
El le coge la mano tan fresca y siente lo bien que huele.

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